Al estar al tanto de la presencia de la Disposición Final Segunda y sus finalidades por parte del Ministerio de Cultura y su ministra Ángeles González-Sinde, un enorme grupo de personas se unieron y proyectaron, el 2 de diciembre de 2009, a las 9 de la mañana un Manifiesto en amparo de los derechos fundamentales en internet. Aquel manifiesto fue divulgado en miles de webs y fue leída por millones de personas. Ocasionando un bombazo real en la sociedad de entendimiento de los riesgos de la aprobación de estas disposiciones.
A partir de esa fecha y hasta el día de hoy se ha seguido una larguísima disputa de todo tipo de temas conectados con la propiedad intelectual, con las medidas que se deben tomar o no. Una cosa es clara: la Ley Sinde existe porque el proceso judicial español simplemente no ha dado la razón a la industria audiovisual cuando intentan demandar a personas por simplemente enlazar contenido. ¿Solución? saltarse por completo el proceso y entregárselo a una comisión designada por un ministerio presidido por una persona que tiene fuertes lazos con la industria.
El pasado 21 de diciembre el gobierno español intentó pasar la ley por un proceso exprés que al final falló. Detrás de intensas negociaciones entre el PP y el PSOE, unas livianas modificaciones a la Disposición Final Segunda, se informó que votarían a favor de su aprobación en el senado.
Algunos piden la dimisión de la Ministra de Cultura, otros dimiten a su cargo, otros lo arman, pero lo más importante, hoy, es hacerle saber a quienes nos gobiernan que muchos no están a favor de lo que están haciendo. ¿Cómo piden que esto se realice? en las urnas. La perdida de voto es como realmente los políticos se sienten afectados y es donde creen deben de actuar como sociedad responsable que somos.
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngeles_Gonz%C3%A1lez-Sinde
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