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El niño con el pijama de rayas

Un buen método para despertar el interés de alguien por una novela consiste en contarle pequeños detalles que resulten sugerentes y a la vez no desvelen absolutamente nada de su argumento. El contraportadista de El niño con el pijama de rayas emplea esa técnica con habilidad: un niño de nueve años llamado Bruno, una casa nueva, una cerca tras la cual hay algo terrible… Y además se guarda las espaldas escudándose en que un exceso de información puede afectar a la lectura. Tal vez tenga razón en este punto, pero resulta difícil reseñar una obra de ficción sin contar nada de su trama. Así pues añadiré algo más de información. No mucho, sólo que esa cerca al lado de la cual van a vivir Bruno y su familia es la valla del campo de concentración de Auschwitz. Y ellos la ven desde el lado de fuera. Por tanto, en El niño con el pijama de rayas encontramos otra novela sobre el nazismo, aunque escrita desde un planteamiento bastante original. John Boyne escoge narrar la historia en tercera persona, pero con un punto de vista muy cercano al de Bruno, un niño ajeno todavía al adoctrinamiento, a todo lo que ocurre en su país y al mundo de los adultos en general. Bruno se acerca a lo que le rodea con ingenuidad y también con sentido común. Pero en la Alemania de la esvástica el sentido común fue la primera víctima, y cuando Bruno se pregunta por lo que sucede en su entorno, el lector sabe que las cosas no son como él interpreta que son, pero también que, en realidad, sí lo deberían ser.
Uno de los mayores méritos del libro consiste en que no necesita ponernos directamente ante escenas terribles y desgarradoras (aunque las adivinemos) para emocionar. Todo llega filtrado a través Bruno y su visión del mundo, nos llega velado y nosotros lo reconstruimos. Además el niño se mueve casi siempre en un ambiente doméstico, en el que ideologías, actitudes, dramas y personajes se nos transmiten a través de situaciones cotidianas. Un ejemplo llamativo es la breve aparición del Führer (“el Furias” para Bruno), quien queda perfectamente caracterizado a partir de una escena anecdótica.
Boyne ha creado una novela sencilla en en su forma y su estilo, realista y a la vez con cierto aire de cuento, sin caer en el maniqueismo. El niño con el pijama de rayas agradará a quienes busquen una manera distinta de acercarse a los abismos del horror nazi.http://www.lecturalia.com/autor/1569/john-boyne